miércoles, 10 de agosto de 2011

Atraviesa el Polo Norte sobre su Adventure para sensibilizar sobre el calentamiento global



Tras cruzar los desiertos más inhóspitos, el alemán Michael Martin visitó el Polo Norte dentro de su proyecto Planet Desert. Gracias a esta aventura iniciada en 2009 -y que finalizará en 2014-, el rider recorrerá diferentes desiertos secos, helados y volcánicos sobre su BMW R 1200 GS Adventure con el objetivo de concienciar al mundo de los efectos devastadores del cambio climático.
“La GS me permite ir donde quiero sabiendo que alcanzaré mi destino”
Michael Martin es un reconocido rider y geógrafo, célebre por atravesar los desiertos más áridos del mundo a los mandos de diferentes modelos BMW GS. Pero en su último viaje, el piloto decidió dar un giro a su dilatada carrera desértica y puso rumbo al norte de Canadá y al Polo Norte, donde las temperaturas diurnas alcanzan los 48º bajo cero. “Conducir sobre la nieve y el hielo, sumado a la sensación constante de frío, es extremadamente difícil; no se lo recomiendo a nadie. Si me tengo que decantar, prefiero las altas temperaturas del desierto. Aun así, fue impresionante”, aseguró Martin.
Su aventura, que se prevé que se alargue hasta el año 2014, forma parte del proyecto Planet Desert (Planeta Desértico). Se trata de una recopilación de 40 travesías a lo largo de diferentes parajes repartidos por todos los rincones del planeta, que tiene como objetivo ilustrar mediante imágenes e informes los efectos del calentamiento global y su impacto en los diferentes ecosistemas. Para llevarla a cabo, ha elegido la BMW R 1200 GS Adventure (ligeramente modificada, pues cuenta con GPS incorporado, embrague de cerámica y lámparas de larga duración) para la que Martin sólo tiene buenas palabras: “Me encanta la sensación de libertad y confianza que me aporta. La GS me permite ir donde quiero con la certeza de saber que alcanzaré mi destino”, comentó el rider, que lleva desde agosto de 2009 sumergido en este proyecto.
De su paso por el Polo Norte, el aventurero destacó la belleza paisajística y la variada fauna de la que fue testigo en este rincón inhóspito del planeta. “Mientras pilotaba, me iba encontrando con focas y osos polares. Tuve algún problema con estos últimos porque cuando acampábamos, se acercaban a nuestro refugio. Son animales muy curiosos, pero también muy fieros si te consideran una amenaza. Para asustarlos, teníamos que hacer mucho ruido con lo primero que tuviéramos a mano”.
Más información en http://www.michael-martin.de/index_en.html

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